Deficiencia. Comando Conjunto contrató a empresa sin exigirle acreditación técnica. Trabajos tenían que cumplirse en 30 días, pero han transcurrido tres meses y solo se ha completado el blindaje para un helicóptero del Ejército.
Ángel Páez. Unidad de Investigación.
“Protemax”, la empresa contratada por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA) para blindar cuatro helicópteros Mi-17 de la FAP y el Ejército que operan en el VRAE, todavía no ha concluido con los trabajos a pesar de que contaba con un plazo de treinta días desde el mes de mayo en que suscribió el acuerdo comercial. Más de tres meses después, solo ha sido blindada una aeronave del Ejército y la otra se encuentra en la mitad del proceso, confirmaron fuentes de la Aviación del Ejército.
En el caso de la FAP, la institución armada había coordinado con “Protemax” que el acondicionamiento del blindaje se iniciaría el miércoles dos de setiembre con la aeronave de matrícula FAP 640, precisamente la máquina que ese día fue derribada por fuego narcoterrorista en Sinaycocha, que costó la vida a los mayores FAP Ángel Vejarano Pacheco y Jorge Sánchez Pérez, y al técnico FAP Carlos Caicedo Castro.
No era que “Protemax” ya cumplió con blindar los cuatro helicópteros, como dijo a La República el dueño de la empresa, Ricardo Newton Nieto.
VIDAS EN PELIGRO
La FAP se había opuesto al blindaje porque “Protemax”, la compañía seleccionada por el CCFFAA, no contaba con los estudios técnicos ni con las certificaciones necesarias para efectuar dicho trabajo, que implica la modificación de la estructura de los helicópteros, o que ponía en peligro la vida de la tripulación. De hecho, esta firma se dedica a blindar automóviles y ventanas de edificios.
El 27 de mayo, el Comité Especial del CCFFAA eligió a “Protemax”, pero recién el 28 de junio la Fuerza Aérea fue informada de la suscripción y de las condiciones del contrato, indicaron fuentes de la institución. Por esta razón, el dos de julio, el Comando de Material de la FAP ordenó al Grupo Aéreo Nº 3, unidad donde están asignados los Mi-17, no aceptar la instalación del blindaje mientras “Protemax” no cumpliera con las exigencias técnicas ya que la compañía no contaba con experiencia en la materia.
Debido a la urgencia de contar con el blindaje para cumplir eficientemente con las operaciones antinarcoterroristas en el VRAE, el 10 de julio se reunieron delegados del Comando Conjunto, del Servicio de Mantenimiento (SEMAN), del Servicio de Material de Guerra (SEMAG), del Grupo Aéreo Nº 3, de la Brigada de la Aviación del Ejército y de “Protemax” y acordaron que esta compañía cumpliría con las exigencias técnicas y la presentación de un helicóptero con el blindaje acondicionado para que sea evaluado.
El 15 de julio, “Protemax” puso a disposición el Mi-17 del Ejército de matrícula EP 604 con un nuevo equipamiento. La FAP encontró que en esta aeronave había “discrepancia y ausencia de datos y falta de criterios técnicos en la instalación de piezas”, por lo que desestimó el blindaje de sus helicópteros mientras la empresa no enmendara las deficiencias detectadas.
El cinco de agosto se hizo una nueva prueba y la FAP determinó que el peso del blindaje que colocó “Protemax” superaba los 500 kilos que recomendó como máximo para que la aeronave no perdiera su centro de gravedad. Al final, el 14 de agosto, el CCFFAA dispone que la FAP ponga a disposición de “Protemax” los Mi-17 para que sean blindados, no obstante que la empresa todavía no absolvía las exigencias técnicas. La FAP y la compañía acordaron que los trabajos comenzarían el dos de setiembre con el helicóptero Mi-17 FAP 640, lo que no se pudo cumplir porque el mismo día el aparato fue atacado y destruido por los narcoterroristas.
Datos
PASO LENTO. El único helicóptero blindado por “Protemax” es un Mi-17 que se encuentra en el VRAE. El segundo es sometido al proceso de blindaje en la sede de Aviación del Ejército, en el Callao.
INFORME. Este diario ha solicitado al CCFFAA una evaluación del resultado del blindaje que ha acondicionado “Protemax” al helicóptero que opera en el VRAE. Al cierre, no llegó el reporte.
Había justificación técnica para no aceptar a Protemax
Un reporte de la Fuerza Aérea remitido al Comando Conjunto sobre las razones de por qué no aceptaron que “Protemax” blindara sus aeronaves indica que la empresa contratada pretendía “instalar el sistema de blindaje sin ningún estudio técnico y sin mostrar alguna certificación sobre el trabajo a realizar”. El propietario de “Protemax”, Ricardo Newton Nieto, le dijo a este diario que no tenía por qué presentar ninguna certificación.
La FAP retrasó el blindaje entre otras razones porque el CCFFAA contrató un blindaje que no debía exceder los 900 kilos, pero según los criterios de los especialistas de la FAP el máximo permitido es de 500 kilos.
El Alto Mando FAP dispuso que no se aceptase un blindaje que disminuyera la capacidad de las aeronaves o que expusiera la vida de los pilotos.
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