En menos de una semana, la alcaldesa del Cusco, Marina Sequeiros, recibió dos golpes. El primero por una presunta irregularidad en la ejecución de las obras que se tenían pactadas para las reuniones del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), las cuales han sido cuestionadas por estar presuntamente sobrevaloradas y por haberse iniciado sin contar con supervisores, sin una debida licitación y sin un expediente técnico.
El segundo, recién revelado, por incurrir en el supuesto delito de nepotismo al contratar a su cuñada y a su prima como controladoras en centros turísticos que dependen de la comuna. En ambos casos, Sequeiros dice que son mentiras, patrañas que forman parte de una campaña en contra de ella.
Fuente: El Comercio
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